Opinión | S.A.R.A

En la actualidad en los aviones de última generación, los despachadores o pilotos, solo introducen unos datos a su computadora y en segundos les dice con cuanta carga y combustible pueden despegar de un aeropuerto donde jamás había ido esa compañía.

Algunos años atrás, cuando una empresa carguera o de pasajeros era llamada de repente para hacer un chárter urgente, necesitaban esperar que el mago de los análisis de pistas apareciera con un montón de papeles llenos de gráficos para saber si en esa pista se podía, o no, operar con los pesos solicitados.

Los ingenieros aeronáuticos convertían difíciles ecuaciones matemáticas en gráficos para que una persona, bien entrenada, les diera los resultados a operaciones. Ese ser admirado por todos y a la vez visto como un bicho raro, al que solo le faltaba el sombrero de Merlín, era el que tenía la última palabra para decidir si ese vuelo era o no viable, según los pesos requeridos por el cliente. Cada grafica generalmente era para encontrar el INPUT de la próxima curva (cada una era un valor dado, por ejemplo, la pendiente de la pista) y el resultado final (después de más o menos 10 curvas daba el gran final, el peso máximo de despegue en ese aeropuerto en particular.

¿Qué pasaría si encontramos la ecuación a cada curva, la ponemos en un plano cartesiano y que cada resultado Y de una ecuación sea la X de la próxima? ¡Ingeniería inversa! Es la pregunta que le hice aun joven estudiante de ingeniería aeronáutica que por la época estaba haciendo pasantías con la FIA.

La respuesta inmediata que dio el estudiante, Alfredo Ramírez Puentes (subcampeón del concurso mundial de aviones de papel de Red Bull en Austria) “Eso es muy fácil Guillermo” cosa que no se me hizo raro, para él todo es muy fácil.

Después de un tiempo ya tenía un programa inicial, pero la verdad no tenía mayor uso porque nadie se interesó (era solo un ensayo) y no hubo recursos para seguir la investigación. Pero la providencia no quería que esa genialidad quedara sepultada en el olvido y un tiempo después, entro a una empresa con aviones B727, la misma donde yo trabajo, y ese fue el gancho para que le dieran el curso de Ingeniero de vuelo. Mientras hacia el curso de tierra, pudo terminar de desarrollar el programa de PERFORMANCE en un software totalmente mejorado y en nada parecido a su predecesor, el profesor Guillermo Garzón, le dio toda la instrucción necesaria en manejo de tablas. Después de muchas pruebas pudo ser certificado por la autoridad aeronáutica colombiana.

Obviamente uno de los factores más importantes (no quiero decir el más importante) para el despacho de una aeronave de carga o pasajeros, es el peso máximo de despegue y la posición adecuada de su centro de gravedad C.G. Muchos factores deben ser tenidos en cuenta para encontrar el peso máximo con que puede despegar una aeronave de un aeropuerto dado, incluyendo el máximo estructural del avión o el máximo que soporte el pavimento, dependiendo el tipo de trenes de aterrizaje de la aeronave en cuestión.

El primer aspecto a tener en cuenta es un fallo de motor, que nadie puede prever, que restringe el peso para poder mantenerlo en el aire en el momento más crítico o sea en el ascenso inicial y en la configuración de despegue, adicional a eso ,si hay asimetría de potencia, le toca al piloto corregir la actitud y la dirección de la maquina con superficies de control, que por desgracia, consumen una parte de la potencia (de los motores vivos) por el drag adicional que estas producen.

Los motores y la aerodinámica son muy sensibles a la densidad del aire donde operan, es por eso que la elevación de los aeropuertos es tan crítica. A mayor elevación la densidad del aire decrece y si la temperatura es alta y hay humedad, te restringe mucha la carga que puedes sacar; y por supuesto la posición de los elementos hipersustentadores son de gran importancia.

A esos factores le tenemos que agregar factores físicos de la pista, longitud y la inclinación, los obstáculos que tenga en frente, y una cosa que es extremadamente importante es la componente de viento que exista al momento del despegue, si está de frente, equivale a tener más longitud de pista y si por el contrario, esta de cola, menos longitud de pista disponible. Para una pérdida de motor en el V1 irse al aire y pasar por el final de la pista a mínimo 35 pies de altura o descontinuar el despegue, frenar y quedar dentro de la pista restante.

A raíz de todo esto también se pudieron hacer manuales para análisis de pista, de pesos y balance computarizado para algunos fumigadores recientemente certificados por la Aerocivil.

Esas ingeniosas respuestas a problemas de ingeniería, las he visto ya en muchos proyectos que solucionan casos locales sin tener que recurrir a la importación de productos. Simuladores primarios(chibchas) están ahora ayudando a nuestros pilotos en los procedimientos de vuelo y de navegación, en las escuelas de auxiliares de vuelo casi todas las cabinas de instrucción y sus sistemas son hechos por manos colombianas, drones nacionales cuidando nuestro espacio aéreo y vigilando carreteras y poliductos ,nuestros cultivos siendo fumigados con máquinas salidas de fábricas locales.

Hoy día también, y dado al elevado precio del dólar, los empresarios privados están tratando de producir lo que más se pueda en el país. Estamos trabajando en el diseño y construcción de unas palas medianamente grandes Para generadores eólicos, proyecto que nació a raíz de la construcción de una hélice de 4 metros de diámetro para un túnel de viento vertical, modeladas por el ingeniero aeronáutico y mecánico Cristian Tamayo

Muchos nombres valiosos están haciendo patria, vamos a mencionarlos en futuros reportajes con sus proyectos y con más detalles. Uno que no puedo dejar de mencionar ahora por su trascendencia tecnología son los grabadores de datos de vuelo y posición, video en cabina que ya están siendo instalados en algunos equipos militares y que ha sido desarrollado por PALCORT y su ingeniero estrella Andrés Torres, lógicamente miembro F.I.A.

Nuestra ingeniería está despegando, cada día que pasa y cada proyecto que se desarrolla es una cuota más para dejar el miedo y solucionar nuestras propias necesidades de país. Hoy día ya se están certificando productos aeronáuticos, diseño de piezas, estudios de ingeniería etc. sin duda en el mañana cercano, las entidades correspondientes dejaran de ser las talanqueras en el camino para convertirse en los solucionadores de problemas y soportes para cualquier idea, innovadora o no, que queramos desarrollar localmente para bien de la ingeniería e industria nacional.