Colombia continua negociando el remplazo del Kfir

Las conversaciones que se han sostenido desde el fracaso del último intento de firma de contrato a finales del año pasado están enfocadas más en la forma de lograr un acuerdo sobre el contrato en sí, acuerdo de pago, tiempos de entrega y otros detalles más no en el avión, variantes y armamento que ya estarían definidos.

El gobierno colombiano estaría realizando las validaciones pertinentes para poder emplear los recursos que están vinculados al CONPES que se había mencionado en diciembre y estaba listo desde el gobierno de Iván Duque.

Con un coste de hora de vuelo que supera los 21.000 dólares estadounidenses el Kfir colombiano entra en una tasa de costos operativos superiores al F-35, F-18, Eurofighter o el propio Rafale, fuera de eso el tiempo de mantenimiento que incluye revisiones post vuelo o correcciones de alertas presentadas en vuelo es cada vez mayor disminuyendo así la disponibilidad de aeronaves.

Dassault, la compañía francesa en su rendición de cuentas del año 2022 en cabeza de Éric Trappier, CEO de la empresa ha confirmado que aún se sostienen conversaciones con el gobierno colombiano pero que dado el último fallo de negociación por las filtraciones a la prensa prefería no dar más detalles para no torpedear esta nueva negociación.

En medio de negociaciones por el nuevo avión caza la FAC enfrenta sendos retos para modernizar sus capacidades, puesto que el gobierno nacional no tendría su atención en la importancia de mantener las capacidades de la institución, no solo en la proyección de la fuerza sino en capacidades de transporte que abarcan desde la carga pesada con aviones como el Hércules o los 737 hasta los helicópteros que son vitales para rescate o transporte de recursos a regiones aisladas del país que ocupan los mayores porcentajes de las operaciones de estas flotas, situación que pondría en delicada condición y capacidad la respuesta humanitaria del país en los próximos años.