Aterrizó el vuelo comercial más largo del mundo. Qantas y el proyecto Sunrise

Dos de los pilotos que participaron en el primer vuelo del proyecto Sunrise. Foto. Qantas

El pasado sábado 19 de octubre y tras 19 horas y 16 minutos de vuelo aterrizó en Sydney el vuelo comercial más largo del mundo operado por Qantas que llevo 49 pasajeros a bordo de un Boeing 787 desde Nueva York hasta la ciudad australiana de Sydney en el marco del Proyecto Sunrise.

Estos serán los vuelos del proyecto Sunrise.  Foto. Qantas


El proyecto Sunrise y las expectativas.

El proyecto Sunrise está liderado por Qantas y en el participan la universidad de Sydney, el Centro Charles Perkins y la Universidad Monash en unión con la fundación para la salud del sueño y busca estudiar los efectos de los vuelos largos en la salud y el sueño de los pasajeros así como identificar maneras en las que se adaptan mejor los pasajeros al "Jetlag" como se le conoce a este fenómeno.

Los vuelos y el proyecto están enmarcados en la meta de Qantas de lograr operar vuelos regulares desde la costa este australiana (Brisbane, Sydney y Melbourne) a Londres y Nueva York, para lo que se realizaran tres vuelos de investigación
Pasajeros realizando ejercicios de estiramiento.  Foto. Qantas

Cada vuelo tendrá un maximo de 50 pasajeros incluyendo la tripulación para asegurar así un peso mínimo, tiempo de combustible para la duración del vuelo así como asegurar la reducción máxima de la emisión de CO2, los pasajeros y la tripulación portaran sensores y sistemas que permitirán medir una serie de variables del cuerpo durante el vuelo e identificar las mejores adaptaciones que se podrán hacer para mejorar la experiencia en vuelos largos.

"Los vuelos de ultra largo alcance presentan una serie de preguntas esenciales sobre el confort y el bienestar de los pasajeros y la tripulación. Los vuelos del proyecto Sunrise proveerán datos invaluables para poder resolver estas preguntas.
787-9 utilizado en el primer vuelo del proyecto Sunrise.  Foto. Qantas

Para los cliente, la clave esta en minimizar el "JetLag" y el crear un ambiente donde ellos buscan un vuelo tranquilo y agradable. Para la tripulación, se trata de utilizar la investigación científica para determinar las mejores oportunidades para promover el estado de alerta cuando están de servicio y maximizar el descanso durante su tiempo de inactividad en estos vuelos.
Ninguna aerolínea a realizado este tipo de vuelos especialmente dedicados a la investigación antes y usaremos los resultados para poder dar forma al diseño de la cabina, el servicio a bordo y los patrones de la lista de la tripulación para el Proyecto Sunrise. También veremos cómo podemos usarlo para mejorar nuestros vuelos de larga distancia existentes" Declaró Alan Joyce, CEO de Qantas.

Uno de los pilotos con Alan Joyce CEO de Qantas. Foto. Qantas


El primer vuelo.

El 18 de octubre despegó desde Nueva York con dirección a Sydney el vuelo QF7879, un Boeing 787-9 de Qantas con un total de 46 pasajeros entre voluntarios y empleados de Qantas quienes estuvieron realizando una serie de actividades con miras a recolectar información sobre el impacto en el cuerpo humano de vuelos de ultra largo alcance.

Sabemos que los vuelos de ultra larga distancia plantean algunos desafíos adicionales, pero eso ha sido así cada vez que la tecnología nos ha permitido volar más lejos. La investigación que estamos haciendo debería darnos mejores estrategias para mejorar la comodidad y el bienestar en el camino.

Los vuelos nocturnos generalmente comienzan con la cena y luego se apagan las luces. Para este vuelo, comenzamos con el almuerzo y mantuvimos las luces encendidas durante las primeras seis horas, para que coincidieran con la hora del día en nuestro destino. Significa que comienzas a reducir el jetlag de inmediato.

Lo que ya está claro es cuánto tiempo puede ahorrar. Nuestro servicio regular de una parada de Nueva York a Sydney (QF12) despegó tres horas antes de nuestro vuelo directo, pero llegamos unos minutos antes, lo que significa que ahorramos una cantidad significativa de tiempo total de viaje al no tener que parar ". Declaró Alan Joyce, CEO de Qantas.
Pilotos del primer vuelo del proyecto Sunrise. Foto. Qantas

El capitán de Qantas, Sean Golding, quien dirigió a los cuatro pilotos que operaban el servicio, dijo: “El vuelo fue realmente tranquilo. Los vientos en contra aparecieron durante la noche y permanecieron hasta la mañana, lo que nos retrasó al principio, pero eso fue parte de nuestra planificación del escenario. Dado el tiempo que estuvimos en el aire, pudimos seguir optimizando la ruta de vuelo para aprovechar al máximo las condiciones.

Teníamos mucho interés de los controladores de tránsito aéreo mientras cruzábamos a través de diferentes espacios aéreos debido a la singularidad de este vuelo. También tuvimos un nivel de atención especial desde las torres de control en Nueva York y Sydney, que no recibes todos los días.


En general, estamos muy contentos con cómo fue el vuelo y es genial tener algunos de los datos que necesitamos para evaluar cómo convertir esto en un servicio regular", dijo el Capitán Golding.
La tripulación del primer vuelo junto con el CEO de Qantas.  Foto. Qantas

Se planean dos vuelos de investigación más como parte de las evaluaciones del Proyecto Sunrise: Londres a Sydney en noviembre y otro de Nueva York a Sydney en diciembre. Las emisiones de CO2 de los tres vuelos de investigación serán compensadas por Qantas.Por ahora los vuelos del proyecto sunrise  no serán operados al menos por Qantas quien tiene pedidos por aviones Airbus A350 y Boeing 777X que si son capaces de realizar dichos vuelos de manera regular y una decisión final será tomada al final de diciembre según los resultados de este estudio.

The Aviator Daily con información y fotos de Qantas.

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